Corporeidad y Psicodrama
* Diplomatura en Corporeidad y Psicodrama. * Seminario Intensivo " Cuerpo, escena y máscaras". Ficciones contemporáneas. Aconteceres profesionales y sus relatos. * Recursos Expresivos (mensual).
sábado, 11 de junio de 2011
Crónica de Mayo 2011
Crónica de Mayo, 2011
Cronista: Romina Granda
La mañana fría nos llevó medio dormidos al encuentro del sábado 14 de mayo. Fuimos pocos al encuentro, uno más dormido que el otro, y queríamos seguir estirándonos como si estuviéramos en nuestras camas…
Empezamos con el Vivencial para despertar los ojos, ablandar el cuerpo y suavizar movimientos ya que el cambio de clima nos tenía a todos con el cuerpo duro.
Cada uno propuso varios ejercicio de estiramiento, entramos en calor y luego en parejas la consigna fue: sentados espalda con espalda, agarrarse de los brazos y llevar (o cargar) al compañero hacia su lado y luego dejarse cargar por él.
Luego de este trabajo corporal, la mayoría coincidió en que se sentía mejor cargando al compañero que siendo cargado. Que esperábamos a que nos suelte para nosotros cargarlo. Esta experiencia nos hizo reflexionar que nos negamos al placer. No disfrutamos que nos lleven porque estamos acostumbrados a sostener.
Surgieron comentarios:
- El que trabaja 8 horas diarias y termina media hora antes su trabajo y se quiere ir, a veces no lo dejan o le cuesta irse.
- Cuando uno falta al laburo porque se enferma, se siente culpable.
- Una docente, cuando se jubiló, conoció a sus vecinos
No estamos entrenados para limpiarnos de la carga que nos hacemos con nuestro trabajo, pareja, familia y esto puede ser tóxico. Si no nos limpiamos, explotamos.
A veces uno se distancia del trabajo para poder descansar, pero como internamente el sistema nos niega el ocio (neg-ocio), uno se enferma en su descanso. El trabajo, como tal, debe ser satisfactorio.
Hicimos una pausa y al volver la consigna fue buscar dos máscaras: Una que represente nuestro espacio íntimo y otra nuestro espacio de trabajo.
Cada uno colocó sus máscaras en una colchoneta. Usamos también telas, disfraces, caños, etc. Luego de adecuar nuestro espacio, la misma pareja con la que trabajamos en el vivencial tenía que observar cómo uno interactuaba con las máscaras elegidas… incorporando sonidos, palabras, movimientos, usando una sola máscara, escondiendo la otra, mostrando su vida a través de las máscaras sin ponérselas, etc. Fue una experiencia muy rica escuchar la lectura que había hecho la pareja del espacio de uno. La mayoría supo captar la energía, las visiones, la entrega, la idea que uno había plasmado en la exposición de su vida y su trabajo.
Luego comentamos acerca de la sensibilidad de cada uno en el rol y en la vida diaria. Qué tanto nuestro cuerpo se apropia de las experiencias de la vida diaria y qué tanto nosotros nos apropiamos de nuestro cuerpo.
El trabajo de hoy fue bastante corporal y asimismo, bastante personal. Me es difícil explayarme más en esta crónica porque las vivencias de este encuentro fueron muy íntimas, tendría que hablar de la experiencia que cada uno tuvo.
Elina nos dijo que el enfoque corporal que nos transmitió hoy fue debido a que días antes estuvo trabajando en Rosario con gente que sufría situaciones de violencia y lo mucho que ellos se expresan a traves del cuerpo.
Esto influyó e hizo que sea un encuentro bastante enriquecedor!!!
lunes, 16 de mayo de 2011
lunes, 6 de diciembre de 2010
martes, 23 de noviembre de 2010
crónica de junio
CRONICA JUNIO – 05-06-10
Llegue tarde, por lo que me dijeron se presentaron las nuevas compañeras, asi que tal vez me falte la primera parte.
Comentan que esta sera la penúltima clase de esta parte del seminario por lo que para la proxima clase trabajaremos en forma exhaustiva con los textos leidos,,comentando y formulando preguntas ( un rol importante tendran los aportes de las compañeras/os que vienen asistiendo desde años anteriores)
BIBLIOGRAFÍA
Poet. Del Desenmascaramiento – Cap. V y VI – M. Buchbinder.
Las Pasiones Ordinarias – pág. 49 a 66. y 195 a 218 - Le Breton.
Teoria de la Técnica – Bello.
Poetica de la Cura – pág. 58 a 71.- M. Buchbinder.
El Espejo – Rostros – Le Breton.
Autores mencionados: Moreno, Pavlosky, Buchbinder, P. Rivière , Bello, T. Abraham, Freud : SUGERENCIA de realizar para el proximo encuentro una aproximación a las lineas teóricas de cada uno y su ubicación en tiempo y espacio. “ ¿Elina es contemporánea de Freud? (anécdota alumna de universidad).
Escuchamos crónica mes de mayo: “ la gente llora”...
- Una de las compañeras de Sta. Fe comenta q en enero realizo “calco” con Elina pero no desde lo escénico
- Consigna dada: ¿dibujar o maquillar el rostro? Era maquillar pero aun siendo esa la consigna la tendencia es reproducir el rostro, se transformo en COPIAR el rostro.
- Referencia a Deleuze : mapa + calco
- Necesitamos conservar lo propio y lo gestual?, cómo se logra?, dibujo o maquillo mi rostro?
- El maquillaje pertenece a las mujeres, transformación del rostro femenino, aunque en algunas culturas los hombres también lo usan
- Silvia comenta que se podrían poner las 2 consignas.
- Javier ¿habrá sido bueno saber de antemano que íbamos a maquillarnos?
- ¿Como influye el factor SORPRESA? Qué despoja o nos varía saberlo?
MASCARAS Y RECURSO DE MAQUILLAJE SON IGUAL DE FUERTES
- Cristina: en la danza es cotidiano el maquillaje.
- Marisol: no me gusta el maquillaje a pesar de hacer teatro.
- Monica: me dio bronca saber de antemano lo de maquillaje porque estuve “predeterminada” y QUE CASUALIDAD QUE PREFIERO NO MAQUILLARME HOY (la cara).
- Las consignas de maquillaje no son fáciles para todo el mundo y además se pueden maquillar otras partes del cuerpo no es solo para la cara.
- Taller Nacional de Recreación: luz blanca, solo se veían los objetos ¡se movían las tijeras! Tatuajes India - Marruecos
¿QUE DIJO SILVIA VEJEZ O BELLEZA? La próxima traemos un grabador !!! Noooo que a Silvia le da pánico. Lo que se dice y no se dijo. Qué feo que los alumnos te digan “vos dijiste...” y yo no lo dije.
LO QUE ESCONDE EL LENGUAJE Y LO QUE EL OTRO ESCUCHA.
EL DON DE LA PALABRA SIRVE PARA OCULTAR LOS PENSAMIENTOS (ministro de Napoleón)
RECREO
RETOMAMOS
Qué música!!! (Apreciación personal en ese momento)
Realizamos mapeo propio, recorremos articulaciones, dejamos objetos de nuestras manos en la mesa, registramos respiración, llevamos la energía a la mano o lugar desde donde estemos trabajando, usar la mano como espejo a todos los niveles, me miro en ella, ¿qué gesto se refleja en ella?, sin tocarse acercar la mano al rostro, ¿qué se ve a esa distancia? imprimir mano y rostro cada uno en el otro, observar interjuego entre mano y rostro, ¿qué se ve?, un dedo de cada color o un solo color en la mano?, ¿qué zonas pinto y cuales han quedado en blanco, cómo quedó la gestualidad al marcar y desmarcar ciertas zonas de la cara?, aflojar mano y cuerpo.
Buscamos un lugar para maquillarnos y trabajar, distribuyen los calcos realizados la clase anterior dados vuelta, dar vuelta el calco (que no será el propio) y mirarlo desde todos los lugares, ¿en que me espejo en el calco del otro?, ¿qué me resuena del otro pero sin copiarlo? RESONANCIA VISUAL, (se acerca Claudia y me dice que puedo maquillarme la mano), trabajar entre el calco y la propia cara acercarlo y alejarlo, voltear el calco, ponerse crema hidratante, se pueden pintar pies y manos, se distribuyen en el salón los maquillajes.
¡ROMPAMOS EL EMBRUJO DE QUE DESAPAREZCAN LAS TAPITAS ¡
¿DÓNDE ESTA EL BLANCO?! ¡NO EMPIECEN!
Podemos pintar al otro o permitir que nos pinten, arranco con el otro y sigo conmigo
PARÓ LA MUSICA ! SILENCIO, FOTOS Y MAQUILLAJE TOTALES!!!
Piensen que en algún momento van a tener que parar!!! Denle una gestualidad, agreguen implementos si quieren, sacan fotos contra la pared acompañada de gestualidad o pose, vuelve la música, dar movimiento a lo producido e intercambiar con el otro, presentarse con un gesto-sonido-nombre, ¿se quedan con alguien, a quien ven, se integran con el otro?, parar donde estén
Hacen seguir a 2, paren, siga este grupo, digan una palabra, sigan todos, parar todos, decí una palabra: alegria-placer-felicidad, sigan, paren, sigan otras 2 escenas, que una entre en la otra, se suma otra mas, ¿pueden integrarlas?, seguir integrados CON INTENSIDAD, ¿a que personaje traerían para que les haga de doble? Elijan del otro grupo, los dobles se colocan atrás y hacen lo mismo agregándole algo, los que empezaron siguen en cámara lenta y los dobles en rápida, congelar, cada uno una palabra : vamos-enamorados-para allá-fuerza-libertad-vamo(sin ese)-mierda-feo-no sé (no escuché las q no puse) , Al resto : sepárense en los 2 grupos anteriores, en que posición y gestualidad están en esta momento, júntense y muéstrense como quieran, sostener el personaje para la foto en forma de escultura por ejemplo, todos en una escena diferente, una palabra (salen sonidos) y un gesto : que el poder vaya al frente-dos caminos-perverso continuar-alevosía-vamos los del barrio-felicidad-que cansancio-no sé no sé-soledad e inmortalidad-inconformodidad-todo muy lindo pero...-debe continuar(otras no llegue a escucharlas)
FOTO GRUPAL
Se despiden del espejo y del maquillaje pero antes calcarse sobre toallitas de aloe.
CIERRE
¿Cómo les fue? cri
- me cuesta componer el personaje, agregar gestos y ropaje.
- Quiero ver fotos porque se esta ensimismado y se pierde mucho.
- Agarro lo que me queda, no me sale fácil recontar mi personaje.
- Se muestra algo de todo lo que surgió en la clase anterior, no me surgía una historia, enigmático.
- Fue una construcción de acuerdo al trabajo de la mano y percibí ciertas partes, resalte lo que me había quedado en la mano, fue un personaje de mi construcción pudiendo hacer la genealogía desde el encuentro del “ de donde vengo” evocando para no solo cumplir con la consigna.
- Repetí lo que había hecho la última vez, me conecté con el verde, lo percibo como algo más estático “caldeamiento” tenia una intencionalidad
- El caldeamiento puede ser direccionado o inespecífico.
- En el contacto mano-rostro quedaron impresas las sensaciones q sentí “memoria de la mano” como producto del caldeamiento.
- Yo me pintaba con un dedo y otros con todos, mascara efímera no hay distancia entre la mascara y la piel.
- Me encanto marcar la cara con la mano, estimulante y motivador, terreno interesante, grietas, es difícil dejar de maquillarte como renunciar al maquillaje
- La mascara me marco bastante, tenia 2 lecturas y no tenia los colores, la mascara me gusta, después descarrile, hice lo que pude, me falto tiempo
- Me lave pero no me salio todo, pero me gusta
- Me la dejo porque me vienen a buscar
- Este grupo se desmaquillo rapidísimo y además tardaron en terminar, referencia a un film”pentimento” hay que conciliar con lo que se quiere y con lo que sale, “maquillaje pensado y el que esta saliendo .llamó la atención lo rápido que se despegaron del espejo y empezaron a interactuar, costo que salieran palabras en vez de sonidos guturales ¿como fue empezar por el otro?
- Me ayudo a trabajar
- El rasgo que me hizo coincidió con lo que yo pensaba
- Incurrir en el otro es todo un tema
- Que nos maquillen sin vernos
- Me gustaría incorporar otros elementos
- Cuando se rompe con la fascinación hay mucho para seguir investigando con mascaras y maquillaje, se podría ampliar a partir de lo que el otro me pinto o del calco del otro, es como un soporte
- Con mi pelo no se acababa el personaje
- Me llamo la atención que se maquillo la mano derecha con la izquierda pero al escribir lo hacia con la derecha
- En el personaje no tuve en cuenta el cuerpo por eso me puse anexos
- Mirar al otro me dio ideas, lo social del maquillaje
- Murga
- Se dialoga con el rostro de uno que genera un movimiento muy particular en la manera que la mano imprime
- El personaje se restringía al rostro con poca movilidad
- Cuando hice tu doble sentía ¿como llegar?
- Con el acople con el otro me iba armando
- Había tal ensimismamiento que cuando empecé con las fotos ni me registraban recién después se largaron
- Algo que no me gusto fue la música, comercial
- La música es una estrategia del coordinador
- La clase en si era maquillaje pero aparecieron protoescenas , no pudo armar el personaje ¿quién aparecía, que aparecía? no estaba definido
- Larvario con mas presencia, lugar desconocido
- Se necesito más tiempo de asimilación
- No me gusto la palabra intranquilidad
- Ante la modificación del rostro ese fue el lugar de la sorpresa
- Hay algo en ebullición, larvario
HASTA LA PROXIMA , MONICA
martes, 16 de noviembre de 2010
crónicas de crónicas 2º
Crónica del sábado 10 de Julio.
El encuentro se inició con la sorpresa de que íbamos a compartir la jornada con una compañera finlandesa que estaba haciendo un estudio de posgrado. Primera cuestión a solucionar por las coordinadoras, entonces, encontrar a alguien que pudiera intentar traducir lo que iba sucediendo, más teniendo en cuenta que habíamos quedado la pasada reunión en darle cierre a algunos aspectos teóricos antes de comenzar el trabajo con Elina.
Nos dispusimos en grupos y comenzamos a repasar los textos y a anotar las preguntas que nos iban surgiendo. Al finalizar, se hizo una puesta en común de las cuestiones que cada grupo había señalado. Algunas de las preguntas que surgieron fueron las siguientes: ¿Cuál es el sustento o marco teórico del Instituto de la Mascara?, ¿Qué hace el coordinador con sus propias preguntas?, ¿Con qué concepción de sujeto trabaja el psicodrama?, ¿Qué se entiende por estética posmoderna desde el Instituto?, ¿Qué lugar hay para lo terapéutico y para la interpretación en un grupo de formación?, ¿Se trabaja con la incomodidad en un grupo de formación? ¿Hasta dónde se pone un límite en este tipo de grupos? Otras preguntas se centraron en el texto de Moreno, particularmente en la diferencia entre el “factor tele” y el concepto de transferencia.
Silvia propone iniciar la charla grupal a partir de las primeras preguntas acerca del marco teórico del Instituto. Alberto señala que para él el Instituto permitía partir del hacer para luego pasar a la teoría. Menciona que el debate está entre la búsqueda de la receta o la búsqueda de la aventura, que también se puede conceptualizar sin necesidad de leer toda la bibliografía. El Instituto se enmarcaría en la búsqueda de la aventura, con hibridaciones teóricas, sin clausura. A diferencia del texto de Bello que ubica cada cosa en su estante, desde el Instituto se deja espacio a la hibridación como posibilidad de apertura, de no buscar la receta a aplicar, la cosa cerrada. Porque, como suele suceder, las preguntas que aparecen luego de la experiencia son otras, por eso la importancia de la apertura.
Una compañera plantea que no se puede formar sin conceptualizar, que conceptualizar no necesariamente tiene que ver con la receta sino con una toma de postura, con un saber desde dónde se habla. Conceptualizar también como forma de advertir dónde hay vacíos teóricos. Otro compañero agrega que no es necesario pensar lo teórico y lo vivencial como algo dicotómico, que también se puede vivenciar la teoría. Claudia destaca la importancia de la vivencia, su capacidad movilizante, que permite después volver al texto para encontrar cosas diferentes, otras resonancias en el texto. Silvia menciona que son distintas formas de cartografiar, distintas cartografías. Que mucho de la propuesta del Instituto tiene que ver con poder soportar lo heterogéneo. El sustento teórico está muy ligado al psicoanálisis, lo corporal, psicodrama pero no moreniano o psicoanalítico, es una mirada propia. Siempre atravesado por la idea de re trabajar desde la experiencia. Se trabaja, más allá de lo simbólico, con el registro de lo imaginario. Respecto al tema de si se trabaja o no con lo cómodo se hace referencia a que si uno se mete con lo cómodo, si va a lo cómodo es porque en algún punto se asomó a lo incomodo, siempre está presente. El encuadre del instituto permite interpretar también desde lo artístico, no solo desde lo psicológico, hay otras posibles interpretaciones. Un aporte importante del Instituto es la posibilidad de abrir puertas, nexos, dar lugar a lo transdisciplinario y la heterogeneidad. Hay lugares de vacío muy productivo, a veces se habla desde un lugar y la conceptualización es un paso siguiente. Se puede dar lugar a la creación , luego volver y teorizar. Hay varias maneras de ver lo mismo.
Claudia respecto a las aplicaciones menciona que son muchísimas y pueden darse en el lugar desde donde cada uno viene. Hay una poética del coordinador, un recurrir a dónde más sabe. El psicodrama es una técnica. Cuando se trabaja con memoria emotiva se direcciona algo, pero en este trabajo siempre surge algo de lo incontrolable. En psicodrama uno no sabe lo que se está movilizando, poniendo en juego. Generalmente se va a lugares donde no hubo palabra. El tema es que no sea un trabajo con fórceps. En el Instituto siempre hay un cuidado por el otro. Se permite un trabajo desde el propio sujeto, no se fuerza a la incomodidad. Hay que dar tiempo a las entradas y salidas. Se trabaja desde la estructuración desestructuración, la máscara como persona. Surge la cuestión de qué mascara lleva aquel que no tiene un otro dónde espejarse. Qué pasa cuando el otro no nos refleja. Esta necesidad de ser espejados está en el fundamento de nuestra constitución como sujetos. Sostenemos nuestra identidad a partir del otro, de la mirada del otro que nos constituye como sujetos. Con esto terminamos el momento teórico y pasamos al vivencial.
Nos disponemos en forma circular de mayor a menor y apoyamos las manos en los omóplatos del compañero que tenemos adelante. Hacemos movimientos circulares, presionamos y soltamos en forma rítmica tomando noción de la dimensión del omóplato. Luego el compañero hace leves movimientos mientras generamos presión, captamos con la mano los movimientos. A continuación cambiamos el sentido del circulo repetimos la actividad con otro compañero. Terminada esta actividad, armamos grupos de dos y mientras uno mantiene los ojos cerrados, el otro lo lleva de la mano por el salón haciéndolo explorar el lugar y los objetos presentes en él. Sentir diferentes texturas, temperaturas, sensaciones. Luego cambiamos, el que llevaba ahora es llevado por el otro.
Terminado este momento, se reparten máscaras chinas y plasticolas, cada uno elije su color y si deja la máscara como está o le hace agujeros para la boca y los ojos. La actividad consiste en ir caminando por el salón con la máscara y la plasticola en la mano y al encontrarse con otro, señalarle un rasgo o gesto en la cara, marcárselo con el dedo. A partir de este rasgo cada uno tenía que tomar la plasticola del compañero y dibujar ese rasgo en la propia máscara. De esta forma nuestra mascara se iba completando con los colores y los rasgos elegidos por los compañeros. Hacemos esto hasta que prácticamente nos cruzamos entre todos, de forma que la propia mascara queda atravesada por varios compañeros.
Terminamos la actividad y hacemos la puesta en común. Un compañero que se había integrado en este día menciona el cansancio que le produjo toda la actividad vivencial. También se hace referencia a que cuando uno cierra los ojos se abre un mundo nuevo, es un cerrar los ojos para abrirse a otras experiencias sensoriales. También en la forma de explorar hay una suerte de recorte, de ir objeto por objeto, sector por sector del salón. Silvia hace referencia respecto a lo que habíamos hablado antes en el momento teórico, la idea de cómo el otro nos acompaña en todo momento, un otro que me ayuda a decodificarme y a decodificar cosas de la realidad.
También se menciona lo incomodo que es que trabajen con uno desde la espalda. Desde dónde se llega al cuerpo del otro, la espalda como uno de los lugares más conflictivos. Qué pasa cuando cambiamos de compañero, la sensación de otro cuerpo, distinta corporeidad y distinta forma de mirar.
Retomando el texto de Moreno, hablamos de la transferencia y la contratransferencia en tanto ida y vuelta, escuchar al cuerpo mío, escuchar al otro, dar, recibir, por eso para Moreno no hay contratransferencia sino solo transferencia entre ambas partes, desde el coordinador al grupo también es transferencia. Estos conceptos están vinculados con la tarea del coordinador, la necesidad de leer una determinada situación, de registrar lo que le pasa al grupo y lo que le pasa a él mismo con eso.
¿Cuál es el recorrido que el otro hace por la espalda de uno? ¿Cuál es el gesto que elije marcar, el rasgo? ¿Cómo pasar el gesto a la máscara? ¿Cómo hacerse cargo? Silvia menciona que poner algo donde uno cree que el otro lo necesita o el manejo de los vacios también tiene que ver con el lugar del coordinador. También hacemos referencia a que el color elegido por uno estaba solamente en la máscara de los otros, a lo difícil de soportar el peso de la marca y el color del otro en la propia máscara. Se menciona que la consigna no implicaba que todos necesariamente estuviéramos marcados por todos debido a que no siempre estamos atravesados por la totalidad de las miradas. La idea era que el grupo estableciera su propio ritmo de circulación. También planteamos la dificultad de acceder al rostro del otro y de dejarse acceder al propio. Por último, Claudia señala que trabajar sobre el rostro es trabajar sobre la identidad, darse cuenta de cómo mucho de la identidad se juega en el rostro. Finalizamos el encuentro.
Si alguien pregunta es porque algo sabe.
CRÓNICA AGOSTO 2010
Por tratarse de un encuentro trimestral, al comenzar, los compañeros que habían estado el día viernes comentaron lo que hicieron el día anterior y esto fue disparador de diferentes temas como: el rostro vacío (diferente de neutro u homogéneo) al que lleva la posmodernidad; la expresividad de la cara y las manos como herramienta de trabajo (por ser la única parte del cuerpo que se encuentra descubierta hoy en día) y su relación con la palabra.
Elina nos propuso como idea de trabajo la relación entre cara, rostro y máscara y las comparó desde su etimología. La palabra cara viene del latín "cara" y se refiere a la parte frontal de la cabeza, está más relacionada a lo biológico.
La palabra rostro viene del latín “rostrum” y tiene varias acepciones que remiten a la idea de punta, objeto que tiene forma de pico, lo saliente, el espolón de las naves (arma de ataque de antiguos barcos). Es un concepto más social, se trata de resaltar ciertos rasgos. Una cara puede tener muchos rostros.
A partir del Renacimiento, el hombre vuelve la mirada hacia sí mismo, es el comienzo de la individualidad. Aparece el retrato (proyección ideal de algo). El actor es una persona que “se pone” un rostro.
VIVENCIAL
Comenzamos con un caldeamiento. Nos pusimos en movimiento, empezamos a caminar por el salón, aflojar el cuerpo, buscar diferentes posturas de la cabeza. Estiramos el cuello, hacia un lado y el otro.
Primero trabajamos la cara desde lo físico. Nos acostamos y recorrimos una mitad de nuestras caras con la mano. La exploramos, transitamos sus cavidades, sentimos como la nariz deja de ser hueso para pasar a ser cartílago, como el hueso de la mandíbula llega al oído, intentamos separar los músculos de los huesos. Dejamos que nuestra mano fije el relieve de esa mitad de la cara. Después repetimos lo mismo con la otra mitad.
Luego sentados, Elina nos pidió que cerráramos la boca pero sólo apoyando los labios, apenas rozándolos para ir cerrándolos cada vez con más fuerza y luego soltarlos para volver a tensionarlos. También hicimos lo mismo con los párpados.
Varios compañeros dijeron sentir diferencias de temperatura, relajación y textura entre una parte de la cara y la otra, habiendo trabajado sólo una mitad. Otros comentaron haber sentido temblores en los pies y piernas o la necesidad de moverlos, como si la energía se dirigiera hacia estas partes del cuerpo. A una compañera se le hizo presente una imagen de su niñez, a otra imágenes de los huesos.
Elina nos llamó la atención sobre el esfuerzo que debe hacer constantemente la mandíbula para vencer la gravedad, al igual que los párpados, y como en consecuencia suele tensarse la cara.
Después, nos sentamos en parejas, frente a frente. Uno cerraba los ojos mientras el otro le recorría la cara con una hoja y a continuación intercambiamos posiciones. Al comentar la actividad apareció una sensación de molestia en algunos, sobre todo en la boca. A veces los límites físicos del cuerpo no coinciden con la sensación del límite del mismo o su imagen corporal.
Cuando volvimos del corte, trabajamos con poesías de Neruda y Bioy Casares. Nos dividimos en grupos y leímos una de las poesías para luego usarla como disparador para escribir un autorretrato. Una vez que terminamos, nos agrupamos nuevamente y pusimos en común lo que escribimos y nuestras sensaciones al hacerlo.
Apareció la dificultad de materializarnos en un papel, el miedo a lo estático de las palabras escritas, el desafío del arte al quedar congelado ahí. La máscara también puede funcionar como un rostro fijo en el que podemos quedar atrapados, sin posibilidad de entrar y salir de ella.
Luego de leer los poemas, elegimos un rostro que no tuviera que ver con nosotros y otro que nos representara; y con esta idea buscamos una máscara. Recorrimos el espacio con ella e interactuamos con lo que nos encontramos. Después hicimos una ronda y nos miramos. Elina nos fue dividiendo por grupos y nos pidió diferentes cosas: a unos que armaran una foto y dijeran una palabra desde el personaje que estuviera en su autorretrato, a otros que buscaran como ubicarse alrededor de un personaje y dijeran una palabra, algunos caminamos de una punta a la otra para luego congelarnos en un punto y decir algo desde el personaje, los últimos hicieron un gesto diferente a cada paso que dieron y giraron para decirle algo a quien estaba detrás de ellos.
Finalmente hicimos una puesta en común de lo recorrido en el encuentro. Lo fácil o tal vez lo difícil de encontrarse, de elegir lo propio o lo ajeno. El juego continuo entre lo fijo y lo mutable, el necesario equilibrio entre estos dos polos. Para aprehender algo, hace falta tanto que haya mutabilidad como que algo se fije, como también en el proceso creativo.
Autorretrato
Pablo Neruda
Por mi parte, soy o creo ser duro de nariz,
mínimo de ojos, escaso de pelos
en la cabeza, creciente de abdómen,
largo de piernas, ancho de suelas,
amarillo de tez, generoso de amores,
imposible de cálculos,
confuso de palabras,
tierno de manos, lento de andar,
inoxidable de corazón,
aficionado a las estrellas, mareas,
maremotos, administrador de
escarabajos, caminante de arenas,
torpe de instituciones, chileno a perpetuidad,
amigo de mis amigos, mudo
de enemigos,
entrometido entre pájaros,
mal educado en casa,
tímido en los salones, arrepentido
sin objeto, horrendo administrador,
navegante de boca
y yerbatero de la tinta,
discreto entre los animales,
afortunado de nubarrones,
investigador en mercados, oscuro
en las bibliotecas,
melancólico en las cordilleras,
incansable en los bosques,
lentísimo de contestaciones,
ocurrente años después,
vulgar durante todo el año,
resplandeciente con mi
cuaderno, monumental de apetito,
tigre para dormir, sosegado
en la alegría, inspector del
cielo nocturno,
trabajador invisible,
desordenado, persistente, valiente
por necesidad, cobarde sin
pecado, soñoliento de vocación,
amable de mujeres,
activo por padecimiento,
poeta por maldición
y tonto de capirote.
mínimo de ojos, escaso de pelos
en la cabeza, creciente de abdómen,
largo de piernas, ancho de suelas,
amarillo de tez, generoso de amores,
imposible de cálculos,
confuso de palabras,
tierno de manos, lento de andar,
inoxidable de corazón,
aficionado a las estrellas, mareas,
maremotos, administrador de
escarabajos, caminante de arenas,
torpe de instituciones, chileno a perpetuidad,
amigo de mis amigos, mudo
de enemigos,
entrometido entre pájaros,
mal educado en casa,
tímido en los salones, arrepentido
sin objeto, horrendo administrador,
navegante de boca
y yerbatero de la tinta,
discreto entre los animales,
afortunado de nubarrones,
investigador en mercados, oscuro
en las bibliotecas,
melancólico en las cordilleras,
incansable en los bosques,
lentísimo de contestaciones,
ocurrente años después,
vulgar durante todo el año,
resplandeciente con mi
cuaderno, monumental de apetito,
tigre para dormir, sosegado
en la alegría, inspector del
cielo nocturno,
trabajador invisible,
desordenado, persistente, valiente
por necesidad, cobarde sin
pecado, soñoliento de vocación,
amable de mujeres,
activo por padecimiento,
poeta por maldición
y tonto de capirote.
Y mi cara
Adolfo Bioy Casares
Pensé alguna vez que mi cara no era la que hubiera elegido. Entonces me pregunté cuál hubiera elegido y descubrí que no me convenía ninguna. La del joven del guante, de Tiziano, admirable en el cuadro, no me pareció adecuada, por corresponder a un hombre cuyo género de vida no deseaba para mí, pues intuía que en él la actividad física prevalecía en exceso.
Los santos pecaban del defecto opuesto: eran demasiado sedentarios. A Dios padre lo encontré solemne. Las caras de los pensadores se me antojaron poco saludables y las de los boxeadores, poco sutiles. Las caras que realmente me gustan son de mujer; para cambiarlas por la mía no sirven.
Después de esta indagación de preferencias, me resigné a la cara heredada. Vista de frente, en el espejo, me resultaba aceptable, con algo de leonino, que si bien no aseguraba una voluntad o un poder afectivo, los prometía en vagas reservas.
En cuanto a esa promesa, me he llevado una desilusión. Los años infundieron en los ojos un debilitamiento que aparentemente los ha licuado y que volvió su luz más
oscura y triste. La mímica, propia de mi natural
nerviosismo, dibujó a los lados de la boca arrugas en forma de arcos, o de paréntesis, que transformaron el león joven en perro viejo. Nunca me avine a mis perfiles. Creo que el izquierdo expresa alguna recóndita debilidad de mi espíritu, que me repele. En el otro, la nariz crece groseramente y, no sé por qué, se encorva.
Los santos pecaban del defecto opuesto: eran demasiado sedentarios. A Dios padre lo encontré solemne. Las caras de los pensadores se me antojaron poco saludables y las de los boxeadores, poco sutiles. Las caras que realmente me gustan son de mujer; para cambiarlas por la mía no sirven.
Después de esta indagación de preferencias, me resigné a la cara heredada. Vista de frente, en el espejo, me resultaba aceptable, con algo de leonino, que si bien no aseguraba una voluntad o un poder afectivo, los prometía en vagas reservas.
En cuanto a esa promesa, me he llevado una desilusión. Los años infundieron en los ojos un debilitamiento que aparentemente los ha licuado y que volvió su luz más
oscura y triste. La mímica, propia de mi natural
nerviosismo, dibujó a los lados de la boca arrugas en forma de arcos, o de paréntesis, que transformaron el león joven en perro viejo. Nunca me avine a mis perfiles. Creo que el izquierdo expresa alguna recóndita debilidad de mi espíritu, que me repele. En el otro, la nariz crece groseramente y, no sé por qué, se encorva.
"Psicodrama y Corporeidad. Clínica de la Imagen y la Escena"
Coordinación: Elina Matoso Asistente: Claudia D´Agostino
Fecha: 11 de septiembre Crónica Nº
Instituto de La Máscara Año: 2010
Nuestra primera tarea fue en subgrupos. Trabajamos con la bibliografía, “Rostros” de David Le Breton comentando lo leído, brindando y enriqueciendo nuestras impresiones con la de los otros compañeros.
Los objetos teóricos tratados fueron “La Máscara”, “El Retrato” “El rostro”, “La fotografía”.
A través de esas temáticas fuimos compartiendo la lectura y experiencias profesionales; componiendo discusiones e interrogantes.
Pasamos a la puesta en común de lo trabajado en cada grupo.
Algunos de los ejes de discusión que surgieron en la ronda fueron en torno a la relación entre: rostro – máscara; libertad – sujeción; polisemia – cristalización.
Aquí algunos de los comentarios dichos en la ronda:
“La máscara facilita la liberación”;
“Es posibilidad de multiplicidad”;
“También se corre el riesgo de quedar atrapado en la máscara”;
“La máscara es un límite, te da la posibilidad de entrar y salirte de ella”;
“Hay que hacerse cargo del rostro”
Continuamos con la lectura de dos crónicas de encuentros anteriores.
Receso
Luego del receso dimos comienzo la tarea vivencial:
Empezamos a recorrer el espacio del salón, moviendo las articulaciones y aquellas zonas que cada cual necesitase aflojar y distender.
Incluimos el movimiento en el rostro, impresionándolo de gestos.
Luego trasladamos los gestos a otras partes del cuerpo. El gesto mutaba de acuerdo al territorio en donde se alojaba. El movimiento tomaba nuevas calidades en relación a la gestualidad que lo habitaba.
De a poco fuimos llevando el gesto nuevamente al rostro, lugar de partida, hasta borrarlo y despedirlo del cuerpo.
La nueva consigna fue escuchar diferentes canciones (“Cambalache”, “El Pescador” “Mi Buenos Aires querido” y “Siga el baile”), y cantar la letra exagerando la manera de articular las palabras, la intención de la entonación, y los movimientos acompañantes.
Nos dividimos en dos grupos, y no ubicamos en dos espacios distintos del salón, enfrentados en fila.
Un grupo cantaba gesticulando exageradamente una canción. El otro grupo observaba la acción del primero. Luego cambiamos de rol. El grupo observador fue el que toma la acción de cantar exagerando el gesto y el otro observaba.
Se agrega a la consigna el traslado: cantando y exagerando el gesto avanzar hacia el otro grupo. Este último observa. Cambio de roles.
Consecutivamente ambos grupos avanzan hacia el otro, cantando y gesticulando la música y letra de la canción. La propuesta fue generar diálogos.
Se rompe la fila, tomamos el espacio total del salón para el trabajo. Los diálogos en dúos se ampliaron en tríos, en cuartetos y más, hasta que finalmente se compone una ronda grupal de voz, gesto y movimiento.
Sin romper la ronda, se consigna cantar una canción de cancha entre todos.
Para concluir el vivencial, se propone un trabajo en el piso. Recostarse e imaginar un sonido, imaginar su emisión. Luego emitirlo y transformarlo. Sonar las vocales, componiendo en el rostro, el gesto de cada una de ellas para su emisión.
Este último trabajo vivencial, dio curso a reflexionar acerca del lenguaje en relación a: las posturas corporales, los modos de moverse y los vínculos que se establecen entre las personas y los objetos, en cada cultura.
Pasamos a Trabajar con poemas y autorretratos escritos en el encuentro anterior.
Nos organizamos en 3 subgrupos: un grupo, a partir de la lectura de los poemas de Bioy Casares y de Pablo Neruda, escribe su propio autorretrato.
Un segundo grupo, escribe el retrato de un personaje famoso/a o de alguien conocido/a.
El tercer grupo, a partir de los autorretratos propios escritos en el encuentro pasado, construye uno en común, de la siguiente manera: cada integrante elige un verso de su autorretrato, con cada uno de los versos elegidos se compone el escrito, un nuevo retrato.
Leemos las producciones de cada grupo. Cerramos el encuentro con ronda de comentarios e impresiones sobre esta última tarea.
Clelia Pucci.
Recursos Expresivos Mensual
Crónica del encuentro del 9 de octubre del 2010
Cronista: Romina Granda
Sin darme cuenta, adquirí el papel de cronista. Empezamos el día recordando algunas frases del taller del mes pasado que Clelia mencionó en su crónica. Frases como “En una cara hay miles de rostros”, “trabajar el rostro es trabajar nuestras máscaras”, “cada cultura tiene sus máscaras”, etc. Luego Elina agregó que lo corporal o la forma de poner los pies al caminar influye en el rostro. Contó una anécdota que le ocurrió en Perú: Un señor ciego que tocaba la quena cambiaba su melodía al tango cuando sentía que Elina pasaba por delante. Ante esto, ella le preguntó por qué lo hacía, y el señor le respondió: “Los porteños pisan fuerte”.
Comentamos que en la calle no solemos demostrar expresiones en el rostro, vamos con neutralidad. Alberto agregó que desde los años ochenta se aplicó en el teatro la técnica de la neutralidad del rostro. Es decir: no significar nada.
Seguidamente Claudia y Elina nos trajeron varias obras de distintos pintores de diferentes épocas y tendencias: Guayasamin de Ecuador, quien retrató el realismo social de América; Giuseppe Archimboldo y sus retratos del renacimiento italiano, Wilfredo Lam, Xul Solar, etc.
La consigna fue observar estas pinturas y dejarse impresionar por los rostros que en ellas había. Elegir una y describir la sensación que nos transmitía, luego comentarla.
Una compañera notó que en la obra de Rubens, pintor barroco de Flandes, siempre un personaje mira hacia afuera o al exterior del cuadro. “Es como la interpelación al observador”, dijeron, o “el juego del que estás adentro y no estás”. De Felipe Noé, vanguardista argentino, se tradujo que reproduce un caos y que los rostros de sus cuadros transmiten una historia de guerra. En la obra de Lucas Cranach, el cupido tiene expresión de culpa o queja ante la Venus porque comió miel y las abejas fueron a él: “los placeres efímeros”, comentaron.
De Gauguin se ven rostros pausados y tranquilos, mujeres que miran con timidez. Llama la atención lo natural y primitivo. En la obra de Raquel Forner nos dejamos impresionar por la fuerte presencia de la muerte simbolizada en casi todos los rostros de los personajes. La muerte como rostro escondido, pero importante en la composición del cuadro. De Spilimbergo, se observaron los brazos caídos y la mirada firme de la niña. Y de Diego Rivera, muralista mexicano, vimos un personaje de mirada ausente sentado en una silla. Nos pareció ambiguo y enigmático al no saber si se trataba de un un hombre o de una mujer.
Vivencial:
Caminamos por el espacio dirigiendo el peso de nuestro cuerpo de una pierna a otra, luego buscamos un equilibrio entre una pierna, un brazo y a una mano que seguimos con la mirada. Después caminamos con el cuerpo suelto o vacío pero con la mirada firme y hacia arriba. Y al revés: postura erguida y mirada “abandonada”.
De a dos nos juntamos y caminamos por el espacio mirándonos a los ojos, luego sin mirarnos pero percibiéndonos uno a lado del otro. Luego, frente a frente, teníamos que hacer cada uno tres posturas que utilicemos en la vida diaria, por ejemplo para pararnos a esperar o escuchar algo. Reflexionamos por qué y en qué situación hacemos estas posturas y salieron comentarios como: “para aliviar dolores de espalda”, “cuando doy clases”, etc. Fue interesante porque vimos reflejadas en el otro posturas que algunos no nos damos cuenta que hacemos. Unos se sintieron identificados o más cómodos con la postura del otro.
Luego Elina le propone a la compañera Verónica hacer un intercambio de posturas. En base a la postura, comenzaron un diálogo. Verónica se metió en su rol de profesora: firme, fuerte y distante; Elina: el alumno rebelde y contestón. El clima se tornó denso. Crearon un conflicto en donde cada una defendió su postura como pudo.
Esta demostración nos llevó a realizar el trabajo de: Buscar una situación desde el cuerpo. Unas cuántas parejas más lo demostraron trabajando un rol desde su postura y luego creando diálogos. Algunos se entregaban y cambiaban los roles, otros eran neutrales, y otros se mantenían resistentes. Volvió a crearse un conflicto, se movilizaron muchas cosas en todos, y casi no hubo comentarios. Si me entrego, avanzo. Si me neutralizo, freno, observó Elina según lo visto en las participaciones.
Para cerrar el círculo del vivencial, la siguiente consigna fue escoger un personaje de alguno de los cuadros y caminar por el espacio personificándolo, dándole vida, copiándole el gesto, continuando su expresión. Luego agregándole movimiento, buscándole una palabra y después interactuando con los demás.
Volvimos a juntarnos con la misma dupla de antes y creamos un diálogo de personaje a personaje. Lo expusimos.
Finalmente, paseamos por los cuadros que en un inicio habíamos observado con detenimiento. Luego nos echamos en el piso para la relajación.
Comentarios finales:
Hubo sensaciones de todo tipo porque lo trabajado el día de hoy pasó muy fuertemente de lo externo (imágenes) a lo personal. Grupalizamos y profundizamos.
Se destacó que al trabajar con la misma dupla al inicio y al final del taller, fue fácil ver cómo el otro fue cambiando: o se abrió, o se sensibilizó o se cristalizó en un gesto que no pudo (o no quizo) volver a cambiar.
Surgieron comentarios de que cuando se tiene un conflicto con un compañero de trabajo o con el jefe uno no sabe qué gestos hace cuando reacciona o cuales son las posturas a tomar, el rostro a mostrar o las máscaras que se pone. “A veces pasa que uno se enmascara en un gesto corporal y puede que éste no coincida con lo que se quiere expresar”.
Los que son profesores, comentaron que cuando ven a sus alumnos hacer alguna imitación de ellos, suelen copiarles los gestos e imitarles hasta la manera de hablar. Surgió entonces: cuán social es el rostro?, puede uno enmascararlo o no?. Y para los que se hacen cirugías, cómo adecuar un nuevo rostro a sus expresiones?
Fue un encuentro circular. Bastante intenso e interesante.
Pasamos constantemente de lo profundo a lo grupal y así, nuevamente a lo personal.
Fin.
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